Ducha anal

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Es ideal para una correcta higiene íntima ano-rectal, que es importante  como práctica de higiene personal y sobretodo para garantizar la higiene de la pareja durante las relaciones sexuales anales.

Descripción

Es ideal para una correcta higiene íntima ano-rectal, que es importante  como práctica de higiene personal y sobretodo para garantizar la higiene de la pareja durante las relaciones sexuales anales.

Fácil y segura de usar

  • Llénala con agua tibia: recuerda cuidar la temperatura para no generar un cambio brusco o incómodo una vez que el líquido ingrese al cuerpo. Se recomienda que el líquido se encuentre entre 37 y 40 grados centígrados, ya que temperaturas superiores pueden lesionar la mucosa anal.

 

  • Lubrica la punta de plástico: con ayuda de vaselina o algún lubricante, engrasa la punta de la ducha con la que realizarás el enema para facilitar su ingreso.

 

  • Colócate en una posición cómoda: algunas de las más recomendadas son acostado de lado, con una de las piernas dobladas, acostado boca arriba con las piernas hacia el pecho o en cuclillas.

 

  • Introduce suavemente la punta: con delicadeza, ve introduciendo la punta de la ducha o pera en el ano, con mucho cuidado de no generar movimientos agresivos.

 

  • Presiona la herramienta: Lo más cómodo es ponerse en cuclillas y presionarla suavemente.

 

  • Espera un par de minutos: mantente en la posición elegida e intenta retener el agua. Espera hasta que tengas ganas de evacuar. Aguanta lo más que puedas. Hasta unos 5 min.

 

  • Repite el lavado: vuelve a realizar el enema de 3 a 4 veces hasta que el agua salga clara y limpia. Recuerda no introducir más de 250 mililitros de agua por cada lavado.

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